Sabemos lo fundamental que es la alimentación saludable para el crecimiento y desarrollo de los niños, por eso compartimos algunos tips sobre alimentos saludables en su etapa preescolar y escolar.
Una alimentación sana y equilibrada en niños y niñas es esencial para prevenir enfermedades y aportar en su desarrollo. Cada etapa es distinta, por ende, consultar con especialistas sobre la dieta en función de sus edades y exigencias es fundamental: tipos de alimentos, las porciones y su valor nutricional.
Importancia de la alimentación en la infancia
Durante todas las etapas de la niñez es esencial establecer hábitos alimentarios sanos para prevenir malestares y estimular adecuadamente el crecimiento. De acuerdo con análisis y estudios médicos de la última década, niños y niñas requieren los mismos nutrientes que un adulto. La diferencia está en el equilibrio y la variedad de elementos incluidos en su dieta. Entre los más importantes se encuentran las proteínas, verduras, frutas y lácteos.
Tener en cuenta la edad y condición médica es esencial en el momento de escoger los alimentos con los que niños y niñas estarán no solo alimentándose, sino también interactuando (usando la vista, el olfato y el tacto), ya que en los primeros años de vida es cuando las personas construyen gran parte de los hábitos y gustos alimenticios, teniendo en cuenta lo que pasa en el entorno familiar y social.
¿Qué es un snack o merienda saludable?
Las meriendas saludables son un conjunto de alimentos necesarios para el crecimiento, desarrollo y consumo energético diario, a la vez, estas contribuyen al equilibrio de la dieta diaria y por lo tanto a los buenos hábitos en torno a este tema. Para saber cómo organizar una merienda saludable, necesitarás consultar con tu médico cuáles son los alimentos más importantes de acuerdo con la etapa de vida en la que se encuentran los niños o las niñas.
¿Qué causa los malos hábitos alimentarios?
Mientras los niños y niñas aprenden a comer en edades tempranas, se desarrollan habilidades esenciales para el resto de la vida como la regulación de la cantidad de alimentos entre los momentos de hambre y saciedad.
Por ende, la relación que tengan con las personas a cargo de cuidado, los horarios y el tipo de alimentos se hacen claves para construir unos hábitos alimenticios beneficiosos para el desarrollo y aprendizaje. A continuación podrás conocer algunas opciones interesantes para cultivar esos buenos hábitos:
- Golosinas y alternativas “más ricas”
Según Mayo Clinic, todas las personas de acuerdo con nuestra edad iremos requiriendo cantidades diferentes de vitaminas, proteínas, grasas, entre otros elementos esenciales, para una buena salud. Considera entre esas porciones indicadas por la persona especialista en pediatría: frutas frescas o enlatadas de tu preferencia, evitando los zumos o jugos para evitar azúcares adicionados; lácteos con bajo contenido en grasa que bien pueden ser la leche o productos derivados como queso o yogurt.
Para evitar el dilema con el consumo de azúcar, una gran opción es darle una apariencia y preparación divertida a frutas y verduras para que sean consumidas con más facilidad. Además, pueden acompañarse con pequeñas porciones de galletas u otras golosinas dulces, después de confirmar en su contenido que tengan bajas cantidades de azúcar.
- Las luchas para la alimentación entre padres e hijos
Existen varios factores que influyen en el momento de comer y que hacen que padres y madres sientan frustración en el objetivo de alimentar a sus hijos e hijas de manera efectiva y saludable. Según estudios en diferentes países de Latinoamérica, los esenciales a ser considerados son el clima emocional en el momento de comer y las prácticas o estilos en los que padres y madres llevan a cabo este momento con los pequeños.
- Sentimientos y malestares emocionales
Estudios que analizan la alimentación a niveles más generales en cuanto a edades y motivaciones de las personas, reconocen la comida como una serie de estímulos a los sentidos. Cuando tenemos enfrente un plato, el olor, el sabor, la textura, su aspecto visual y la cantidad de nutrientes que le puede aportar a nuestro cuerpo juegan un papel indispensable. Todo esto puede mejorar nuestra relación emocional con la comida.
¿Cuáles son los riesgos de una mala alimentación durante la niñez?
Son varias las afectaciones que trae una alimentación inadecuada para niños y niñas. Entre estas están: problemas en el crecimiento con baja estatura, incluso en la adultez; y dificultades para el aprendizaje en la época escolar y que puede repercutir igualmente en el futuro para edades más avanzadas. En otros casos se puede favorecer la aparición de enfermedades cardiovasculares, diabetes y trastornos relacionados con la salud mental.
¿Cómo ayudar a nuestros hijos e hijas? Comidas que puedes incluir en un plan de alimentación sana
Dar un balance a la alimentación durante la niñez no solo permitirá un desarrollo pleno de los pequeños, también aportará significativamente a construir buenos hábitos y a llevar una relación sana y beneficiosa con los alimentos. Por eso es importante que al considerar el menú diario, incluyas ingredientes como los siguientes:
- Frutas y verduras: aunque la presentación de estas dos puede variar el contenido nutricional, no dejarán de aportar nutrientes y vitaminas, ya sea que estén frescos, secos o enlatados. En el caso de las frutas, evita los jugos o zumos a menos que tengan bajo contenido de azúcares.
- Cereales: un consumo regular de preparaciones con base en arroz común o integral, avena, quinoa, palomitas y harina de maíz, así como otros cereales pueden aportar fibra, vitaminas y zinc.
- Lácteos: incrementa el consumo de lácteos de acuerdo con la edad y el peso, teniendo presentes las indicaciones de los pediatras. El yogurt y el queso, entre otros derivados, pueden ser una manera divertida y ágil para acompañar meriendas saludables y con sabores variados que motiven a los pequeños a comer.
- Proteínas: incluir carnes con bajo contenido de grasas como pollo sin piel, res o ternera, así como el pescado, pueden asegurar una buena fuente de proteína. Las presentaciones de estos alimentos en la etapa escolar pueden variar para que acompañen verduras o cereales, y de modo práctico como en emparedados o en trocitos sazonados.
Teniendo presentes estos ingredientes, será muy importante acompañar estas acciones en lo emocional, nutricional y actitudinal con el conocimiento de especialistas que guíen la cantidad de las porciones, los cambios de acuerdo con el crecimiento de los niños y las niñas. También, es importante tener en cuenta las restricciones que individualmente cada uno tiene, ya que factores como alergias y enfermedades pueden modificar su dieta básica.